Al promover que las armas se guarden de forma segura y el diálogo franco, podemos proteger a nuestros seres queridos y propiciar la cultura de la responsabilidad personal.
ARMAS Y ADOLESCENTES
Asegúrate de que los adolescentes comprendan las nociones básicas de seguridad de las armas. Deben tratar todas las armas como si estuvieran cargadas. Y solo deben utilizar armas bajo la supervisión directa de un entrenador, uno de los padres u otro adulto de confianza.
ARMAS Y NIÑOS
En cuanto tus hijos conozcan las armas, debes hablarles de su seguridad. Diles que las armas son peligrosas, y que si ven una, no deben tocarla y deben decírselo enseguida a un adulto de confianza.
MITO
Los niños son demasiado pequeños para comprender las normas de seguridad respecto a las armas.
ESTÁ BIEN PREGUNTAR
Nuestro médico me recomendó que me asegurara de que no hubiera armas donde juega mi hijo. ¿Tienes algún arma que él pudiera encontrar? ¿Cómo guardas las armas de forma segura?
ESTÁ BIEN PREGUNTAR
Mi hijo es muy curioso. ¿Hay alguna pistola u otra cosa peligrosa a la que podría acceder? ¿Cómo guardas las armas de forma segura?
ES IMPORTANTE
Guarda las armas descargadas y bajo llave, con la munición guardada en otro lado.
MITO
Mantener las armas ocultas es suficiente para alejarlas de los niños.
¡Los niños son curiosos! Esconder las armas sin más no garantiza su seguridad. (¿Quién de nosotros no desobedeció de niño a sus padres en alguna ocasión?) Asegúrate de que nadie pueda acceder a tu arma sin tu permiso.
MITO
Basta con que el propietario del arma conozca los principios básicos en materia de seguridad de las armas.
La participación de la familia en las conversaciones sobre la seguridad de las armas crea un compromiso común y garantiza que todos sepan cómo actuar ante una emergencia. Habla, enseña y predica sobre la seguridad de las armas en tu hogar.
Las órdenes de protección contra riesgos extremos se utilizan cuando el propietario de un arma de fuego plantea un riesgo importante de causar daños personales a sí mismo o a otros por tener acceso a un arma de fuego. Es posible que haya hecho amenazas creíbles contra su propia seguridad o contra la seguridad de familiares, compañeros de trabajo, compañeros de clase u otras personas. En esos momentos, los familiares disponen ahora de otra forma de ayudar a prevenir la violencia y salvar vidas.
